Sentada a la mesa sola...

-Ah~... No hay nadie por aquí, tampoco encuentro a Beato-chan... Sería buena ocasión practicar mi magia ahora que no hay nadie. -Dije mirando a todos lados.- Ay... Pero, no sé en qué usarla. Mm... ¿Y si...? Bien, probaré a ver. -Me concentré en hacer aparecer una mariposa dorada como las de Beato-chan, ya que parecía que no era la única ahí que lo hacía. Coloqué mis manos juntas como esperando que algo cayera y me concentré, deseé que apareciera de verdad como me dijo Beatrice... ¡Apareció!- ¡Aaaah! ¡Lo he hecho! ¡Lo he hecho! ¡Otomiya Haine ha hecho aparecer una mariposa dorada! Aaw... Qué bonita... -Me dije a mí misma con cara de boba.- Esto es un pequeño paso para las brujas, pero un gran salto para Haine -Dije de broma, riédome conmigo misma, sentía como si de mis ojos volvieran a salir estrellitas de la emoción.

Me quedé un ratito ahí sentada, pensando en mis cosas, y finalmente decidí dar una vuelta por la isla a ver si veía a alguien.