Descansando tranquilamente.

Tomo una silla y me pongo a ver la TV sin nada que hacer descansando de un día de escuela, con todos mis artilugios activados, despues muevo levemente mis manos para acomodar mis lentes.
-Que solitario pero supongo que esta tranquilidad no durara mucho, he visto cosas sorprendentes en poco tiempo, me pregunto si ese epifato sera verdad-
Empiezo a reflexionar acerca del epifato y de las demas cosas sobrenaturales que han estado sucediendo ultimamente, la tranquilidad del joven se habia perdido sin embargo daba lugar a cosas más interesantes dentro de la escuela y la mansión.

-Kanon-san adelante no seas tan formal-
Sonrío amablemente mientras dejo pasar a mi amigo Kanon, un sirviente de la mansión un poco callado. El ha trabajado aqui mucho tiempo asi que supongo que el debe saber algo de esta mansión.
Pongo una mirada seria y mi voz se torna un poco grave.
-Kanon-san en esta isla hay cosas que van mas haya de nuestro entendimiento, dime ¿ese epifato en la sala es real? si lo es entonces gente va a morir?-

Abro los ojos en par sorprendido por las palabras de mi amigo, sin embargo me pongo de pie cruzandome de brazos.
-No vamos a morir, no lo voy a permitir un buen monarca siempre hace lo imposible por sobrevivir, además tu tampoco quieres morir hay gente importante para ti a la que tu amas y a la que quieres proteger-
Miro a Kanon serenamente cruzandome de brazos, el es un buen amigo y creo que es una persona dentro de la mansión que no puede traicionar o mentir a los miembros de la familia, fuera de eso también era un buen amigo en quien confiar.
-Hagamos una alianza, asi sobreviviremos hasta el final del epifato y podremos hacer más cosas-

Mirando a George-sama, evaluando sus palabras, una alienza entre un mueble y un ser humano, no deberia ser posible.
Un mueble no puede formar alienzas con un humano.
Mi supervivencia no importaba... pero las de aquellas personas si.
Pero hare lo que sea necesario para protegerlos a todos.

-Perdón Kanon-san si me he montado el discurso es que mi padre solia leerme mucha poesia de este tipo, en fin siguiendo con el tema necesitamos buscar más ayuda ¿tienes alguna idea?-
Cierro los ojos y suspiro, es verdad el epifato iniciara pronto y debemos ser fuertes para sobrevivir y combatir contra cualquier cosa que se nos presente, con Kanon como aliado las cosas se veían un poco más fáciles.
-Y ahora ya no eres un mueble...como miembro de la familia Ushiromiya te nombro el espadachin oficial de la familia...puedes blandir tu espada bajo tu voluntad-
De nuevo me doy cuenta de que las frases de mi padre realmente me han hecho una persona expresiva.
-Ups xDD lo volvi a hacer pero es gracias a mi padre Hideyoshi que tengo esta mentalidad colectiva-
:3

Trás volver del colegio con un soberano dolor de cabeza y utilizar mi mágia para llegar a Rokkenjima terminé en la casa de huespedes por error. Ni miré quien había, simplemente desparramé sobre un sillon y cerre los ojos aprentandolos con fuerza, a fin de cuentas daba igual donde estuviese mientras hubiese paz.

-¡Me duele la cabeza, joder! -grité haciendo que la televión hechase un ligero humo grisáceo indicando que sus plomos internos habian hecho "piuf"- Mucho mejor... -dije bajito. Eso de aguantarse la ira durante toda una mañana no era buena idea.

Mire la habitacion, dirigiendo una mirada corta a la estaca de la ira, realice una pequeña reverencia, y sali de la casa de huespedes con direccion al jardin.

Entre en el salon esta vez, andando por mi misma y pude ver a una chica sentada en el sillon, no la conocia, asi que me acerque a ella.
-¿Eres nueva por aqui verdad?

Pude comprobar que la chica estaba algo nerviosa y parecia muy timida, sonrei un poco para tranquilizarla.
-Mi nombre es Bernkastel, bienvenida a Rokkenjima-me sente en el sillon-¿Cuando has llegado?

-Nadie lleva uniforme, podemos ir con la ropa que queramos-le dije tranquilamente- puedes tutearme, no soy tan mayor.

En verdad tenia mas de 1000 años pero eso no tenia porque tenerlo en cuenta.

Me di cuenta de que se hizo de dia y era hora de ir a clase.
-Tendra que ser en otro momento, tenemos que ir a clase, te vere en el colegio, hasta luego.
Me fui de la habitacion y luego me desvaneci con mis mariposas.

Estaba medio dormida pero al sentir magia en la habitación me desperté, era Bernkastel y una chica nueva.

Había pasado la noche en ese sofá de dos piezas con la televisión del mismo salón rota gracias a mi debido al ruido tan infernal que estaba provocando.

Con un poco de magia me arreglé el pelo y con la misma me dirigí a mi clase.