Mostrandoles el jardin

Caminamos atravesando la playa y un pequeño bosque hasta llegar al jardin de rosas, al fondo podia verse la casa de huespedes y un poco mas alejada la casa principal.
Mire a ambas chicas sonriendo un poco.
-Ya hemos llegado...

Contemplé con asombro el precioso jardín que se extendía delante de nosotras. Era espléndido y estababa totalmente repleto de unas rosas muy cuidadas. Empecé a caminar por delante de los rosales, observándolo todo detenidamente.

-¿Y todo esto pertenece a los Ushiromiya? - le pregunté a Bernkastel sin perderme detalle.

-En efecto, todo es de los Ushiromiya, como podras comprobar son una familia bastante rica-le respondi a Rena mirandola.

Asentí aún asombrada. En efecto, los Ushiromiya debían ser una familia tremendamente rica, y poderosa.

Entonces caí en la cuenta de algo.

-¿No se molestarán porque nos hayas traído aquí? - le pregunté a Bernkastel girándome hacia ella - al fin y al cabo, somos unas completas desconocidas - dije refiriéndome a Rika y a mí.

Rika, por su parte, parecía disfrutar también de las vistas que ofrecía el jardín.

Con esa respuesta lo único que había conseguido Bernkastel había sido que desconfiase aún más de ella y de Beatrice. Aún a pesar de no saber de qué manera iba a reaccionar ella, intenté probar suerte y le pregunté.

-¿Especiales? ¿Eso quiere decir que tenéis algún tipo de relación con los Ushiromiya?

Sabía que me estaba metiendo dónde no me llamaban, pero no perdía nada por preguntar.

-Se puede decir que si y se puede decir que no, es algo complicado de explicar, es mejor verlo.

Pude averiguar que Rena desconfiaba cada vez mas de mi, si seguia asi no tendria mas remedio que usar mi magia.

Definitivamente, Bernkastel ocultaba algo. Tan solo su manera de hablar era sospechosa. Podría afirmar sin miedo a equivocarme que Beatrice también tenía secretos. Miré un momento a Rika. ¿Sabría ella algo de todo esto?

-¿A qué te refieres exactamente con ''verlo''? - le pregunté, cambiando mi tono de voz a otro más serio.

Hice que un monton de mariposas doradas llenaran el jardin.
-De donde crees que han podido salir estas pequeñas?-las mariposas me envolvieron y desapareci de la vista de Rena apareciendo detras suya- magia...

No tenía palabras para lo que estaba observando. De repente, y sin previo aviso, un montón de mariposas doradas comenzaron a revolotear a nuestro alrededor, por lo que pude notar a voluntad de Bernkastel. Simplemente no lo podía creer. ¡Era algo irreal!

Cuando yo aún no me había recuperado de esto, Bernkastel desapareció unos segundos de mi campo de visión y su voz pronunciando la palabra ''magia'' me hizo sobresaltarme y mirar a mi espalda: ¡se acababa de teletransportar!

-¡Pero... estabas...! - intenté articular sin mucho éxito, señalando el lugar en el que había estado - ¡y ahora estás...!

Me giré hacia Rika, que lo observaba todo sin sorprenderse demasiado. Al parecer, mi amiga ya había sido testigo de esto antes.

-¿Qué eres...? - le pregunté a Bernkastel en un susurro, dando un paso atrás.

-Soy un ser capaz de emplear la magia a su antojo, lo que uno llamaria, una bruja- alce un poco la mano y una mariposa se poso en ella mientras la miraba esperando la proxima reaccion de Rena.

Me quedé de piedra tras esta declaración. ¿Se estaba riendo de mí? Al menos, eso fue lo primero que se me ocurrió. Pero claro, viendo lo que había visto, ya todo podía tener sentido.

Le dirigí otra mirada a Rika. Ella se mantenía impasible. Esto me puso más nerviosa aún, ya que solo podía significar dos cosas: que ella ya estaba al tanto de todo esto y, lo que es más grave, que todo era verdad.

-¿Me estás tomando el pelo? - le pregunté a Bernkastel con un hilo de voz para cerciorarme - porque si es así, no tiene ninguna gracia. Pero... ¡si no puedes ser mucho mayor que Rika-chan! Eres sólo una niña... - le contesté, elevando sin querer mi tono de voz por el nerviosismo. Sabía que era una explicación bastante absurda, pero en esos momentos mi mente estaba ocupada en intentar comprender todo lo que estaba viendo y escuchando.

-Puede que en apariencia parezca que tengo unos 16 o 17 años pero en verdad llevo cientos de años viva. Es decision tuya si me crees o no.

Se habia quedado bastante soprendida, pero eso me alegraba un poco, saber que habia gente como Rena que se sorprendia de aquella manera era interesante.

-Me gustaria que guardaras esto en secreto.

Pasé al jardín con Satoko de la mano y vi a dos chicas que no conocía aqui.
-Hola a ambas.-Les salude-Creo que no tengo el honor de conocerlas.-Dije cortesmente.

[espero no interrumpir y poder meterme con satoko >_<]

Observé toda la demostración de Bernkasteru y a mi amiga Rena, que constantemente me miraba a mi e intentaba buscar una logica a aquello tan irreal. ¨Oh, Bernkastel, tu si que sabes confundir a la gente.¨ Pensé. Quería ayudar a Rena, que se veía muy desorientada, pero no sabia que hacer.
Cuando escuch´ñe la voz de una mujer me giré, y vi a mi amiga Satoko con una mujer alta y desconocida.
-Hola...Somos nuevas aqui. Yo soy Rika desu~- saludé a la desconocida. - Y ella es mi amiga Rena- dije, señalando a Rena, que aun seguía pensando en lo que acababa de ver.

Habia perdido completamente de vista a Haine,suponia que mis remordimientos la habian aburrido un poco y habia vuelto al lugar de siempre.
-El jardín de rosas-susurré
vi que habia una gran multitud de personas y me acerque mientras saludaba de forma cortes y elegante.
-Vaya Bernkastel siempre coincidimos

Observé a Beato. ¨Que demonios...?¨. La aparición de cada vez mas gente me estaba poniendo un poco nerviosa, sobre todo porque desconocia si todas ellas eran brujas o no (refiriendome a la mujer desconocida).
-Hola, Beato.-saludé.

Habia llegado Rosa Ushiromiya con una niña que al parecer Rika conocia, seguramente seria su amiga Satoko, pude deduciry las salude.
-Hola a las dos.
Mire a Beato que acababa de llegar y la salude con una mano.
-Si coincidimos es porque yo me encargo de ello, ya sabes quien soy-sonrei un poco acercandome a ella.

-Tus casualidades no tan casualidades ¿no es asi?-me reí de forma divertida mientras dirigia mi vista a Rika-Volvemos a vernos denuevo,Rika Furude.

Era increíble. Totalmente increíble todo lo que estaba viendo. No sabía si creérlo del todo o no. Si creía en las palabras de Bernkastel, todo encajaba pero... ¿quién en su sano juicio creería en eso? ¿En las brujas?

Rika continuaba con su rostro inexpresivo. Definitivamente, ella creía en todo esto.

Mientras seguía analizando la situación mentalmente, llegó una mujer muy elegante con una niña. La niña en cuestión era Satoko. ¿Qué hacía Satoko aquí? No estaba la cosa como para ponerme a pensar en eso ahora... Sé que fue de mala educación saludar únicamente con un movimiento de cabeza, pero en esos momentos no me salían las palabras.

Cuando levanté un poco la cabeza, apareció en mi campo de visión una mujer rubia... que no era otra que Beatrice. Hasta aquí habíamos llegado. Necesitaba reflexionar sobre todo esto. Sabía que no estaba preparada para enfrentarme a Beatrice y a Berknastel juntas; menos aún delante de aquella mujer y Satoko, ya que no sabía si ellas estaban al corriente de algo.

-Bueno... si me disculpáis, creo que voy a ir a dar un paseo por la isla... - me despedí con una sonrisa nerviosa.

-Espero que no te pierdas-me despedi de ella con la mano mientras seguia sonriendo un poco y le susurre a Beato-creo que la he asustado demasiado.

Al ver a Beatrice, decidí que era mejor irse antes de que pasará algo.
-Ehm, bueno, me tengo que ir a la mansión a hacer unas cosas. Satoko, ve con tus amigas si quieres,ya nos veremos.

¿Bernkastel había preparado todo para que nos encontraramos con Beatrice? Estas brujas cada vez me sorprendían más...
Me acerqué a Rena (antes de que se fuese, obviamente) y le susurré al oido, de tal forma que las brujas no se enterasen, un ¨No te preocupes Rena-desu, todo saldrá bien¨. Sabía que Rena tardaría un tiempo en acostumbrarse a lo que acababa de ver y que necesitaría tiempo para adaptarse. Observé, sin embargo, a ambas brujas, mientras Rena se marchaba.

-Es que no te conocen bien si no se acostumbrarian-susurré a bernkastel,y mire como Rosa se iba-Parece que me tiene miedo,no eres la unica que asustas,Bern