Habitacion de Haine

Esta es la habitacion de Haine el siguiente post a este sera el primero, a rolear!^^

Entré rápidamente y como si mi vida dependiera de ello. Solté todas las maletas como si fueran pelotas de baloncesto y me tendí en la cama... Bueno no, me lanzé sobre ella.

-POR FIN! Tanto viaje me tenía harta... Ah~, ya puedo relajarme. -dije.

Organicé un poco mis cosas, solo lo indispensable... Mi peluche de Pucheritos, mi foto con Takanari-sama, la foto con Ushio, y la otra foto con todos los miembros del consejo de estudiantes y Shizumasa-sama, mi foto con mi kaa-san y otou-san, la otra con los Otomiya, con Komaki...

[OFF: Trae poquitas fotos é.è xD]
　
... Ahora lo que no era tan indispensable...

-Mm... Galletitas saladas para picar, una botella de agua, el movil, dos libros que me he traido por traer pero no creo que lea (xD)... ¿Eh? ¿Me he traido pienso de hamster? Haine estás loca, ni siquiera tienes hamster... -Río por la estupidez que hice.

Una vez organizo todo, me levanto y cierro la maleta, y decido salir
a inspeccionar un poco.

Me despierto después de la pequeña siesta que he dado, renovada y más espabilada. Decido que seguiré inspeccionando el lugar, y cuando termine con la mansión, trastearé por la isla a lo Haine, jejeje.

Me lancé a la cama como hice cuando llegué por primera vez, durmiendo en la iglesia soñé con Takanari-sama y los demás. Con aquellos recuerdos tan hermosos.

Hace un rato hablé con todos por el movil, se oian gritos preguntandome como estaba y eso... Me sentía tan feliz que tenia ganas de llorar, pero me aguante.

Ahora creo que iré a dar una vuelta por la mansión.

Volví a mi cuarto un poco cansada, aunque no tenía razón para ello la verdad...

No hacía más que pensar en que tenía que convertirme en bruja pronto, cuanto antes mejor, de lo contrario...

Takanari-sama... -Pensé para mí misma, con la mirada nostálgica.

Le estaba dando muchas vueltas... Demasiadas... Sentí de repente cómo se me aflojaba el cuerpo y se me hacía pesado. Me toqué la frente y pude comprobar lo que me temía... Fiebre.

Siempre me pasaba igual, cuando le daba demasiadas vueltas a las cosas me subía la fiebre... Era como una "sobrecarga" del cerebro. Sí, es raro... Será de lo poco que lo uso, jejeje.

Me tumbé un rato en la cama para ver si se pasaba, pero unos minutos después volví a levantarme, un poco débil. Salí del cuarto para ver si encontraba alguna medicina.

Aparecí en mi habitación entre mariposas doradas, tal y como quería. Beatrice tenía razón, si lo deseas de verdad lo consigues. Una vez llegué, ordené un poco y me marché al jardín de rosas para contemplarlas.